DE SEÑOR: Dado que este título es, posiblemente, el origen de todos los demás, del cual derivaron o se crearon, su corona es simple y de forma primitiva y su conocimiento es ancestral.
DE BARÓN: Ya, al hablar de las baronías, quedo patente que este título era, en su origen, más palaciego que nobiliario, si bien, más tarde, fue la base de las titulaciones nobles.
DE VIZCONDE: Virtualmente, este título fue de un carácter eminentemente administrativo y correspondía más al cargo que al propio individuo, si bien su transformación fue pronta.
DE CONDE: Igualmente, aunque en más alto grado, como ya hemos expuesto, es un título procedente de un cargo administrativo y lógicamente, dada la época, militar.
DE MARQUÉS: La creación de esta dignidad, aunque no meridianamente clara, corresponde más a la cualidad o calidad de determinado personaje que a un mero cargo.
PUNTO DE HONOR: Esta división que es un noveno del alto y un tercio del ancho del escudo, ocupa, simétricamente, parte del Centro o Corazón y del Centro del Jefe.
REAL ESPAÑOLA: Lógicamente, la corona real, ha sufrido transformaciones a través de la historia; la que aquí representamos es la que se considera oficial y ya determinada.
IMPERIAL: También denominada «de oro», esta corona, fue el distintivo para superar a la real y su creación, no precisada, se supone elaborada por los Reyes de Armas.
MURAL: Llámase así a la corona que está compuesta por la representación, en metal, precioso o no, de una muralla almenada y naturalmente de forma circular.
NATALICIA: Tradicionalmente se construía una corona de este tipo que anunciaba el nacimiento de un varón de la estirpe, si bien su forma y materiales fueron muy diversos.
NAVAL: Corona esta de utilización un tanto aleatoria pero lógicamente aplicada a hombres con los cuales los motivos navales que figuran en ella tenían una gran relación.
REY DE ARMAS: Como es obvio, es la corona cuyo uso se permitió a los Reyes de Armas como distinción a su labor. No se conoce, de forma exacta, su origen.