Lourdes

Hermanos de nuestra Señora de Lourdes

Esta congregación religiosa fue fundada por el belga Esteban Modesto Glorieux a fin de extender la enseñanza en general, promover la atención hospitalria y educar a los huérfanos y delincuentes.

# En campo de plata anagramado de azur con letras de oro y una leyenda en latín; cargado, en punta, de una figura con un corazón rojo surmontado de una corona de oro rodeada de doce estrellas de seis puntas del mismo color.

Hermanos de Nuestra Señora de Lourdes

Esteban Modesto Glorieux, fundó esta congregación el 25 de noviembre de 1.830 en Ronse (Bélgica). Los fines específicos de esta Orden son la enseñanza en general, hospitalaria, siquiátrica, educación de huérfanos y delincuentes y es Congregación de Derecho Pontificio. Su Casa Central se encuentra en Astorga, (León), constituida por el Colegio de Santa María Madre de la Iglesia. Esta congregación es de carácter laical. En lo que respecta a su Fundador, el padre Esteban Modesto Glorieux, fue sacerdote de la ciudad de Gante nacido en el año 1.802 y fallecido en 1.872. La niñez del Fundador en nada se diferencia de la de otros niños de su edad. No obstante, ya desde temprana edad, mostró ciertas características que hacían predecir en él al hombre predestinado a una obra fuera de lo corriente. Era serio, meditaba profundamente antes de emitir un juicio y aplicado al estudio.

La ciudad de Gante en el siglo XIX se hallaba sujeta a una fuerte agitación social, motivada por el desarrollo de la industria del algodón en la segunda mitad del siglo XVIII, lo que significó el renacimiento mercantil de la ciudad, pero que al crear una numerosa clase obrera motivó que al siguiente siglo, ésta descontenta con las condiciones sociales y económicas en que se desarrollaba su existencia diera lugar a fuertes movimientos de las clases trabajadoras.

En un ambiente así, creció Esteban Modesto Glorieux. Ya en su adolescencia sintió la llamada de la Iglesia por lo que hizo patente a sus padres el deseo de hacerse sacerdote. Lo hizo así y, a través de su magisterio, se puso en contacto con la realidad social de la población. Al igual que San Vicente de Paúl pudo ver el sufrimiento de las clases marginadas, la miseria y la enfermedad, así como la muerte, a veces, por falta de los debidos cuidados médicos.

El corazón del padre Glorieux se sintió conmovido ante el dolor de aquellos cuyo único delito había sido nacer en una familia pobre. No fue ajeno a la comprensión del sufrimiento de unos seres humanos que, a veces, se dejaban llevar por la ira, produciendo movimientos sociales que, por lo general, provocaban la violencia siendo ellos los principales perjudicados porque, al final, tras sus movimientos sociales, llegaba la ola de despidos, lo que significaba su condena al hambre y la miseria. Esteban Modesto Glorieux se sintió conmovido por la causa de los pobres y marginados y herido profundamente por el ambiente social que tales injusticias toleraba. Ello fue lo que le llevó a entrar en total contacto con un mundo de miseria y necesidad y su angustia era total al carecer de los medios precisos para mitigar aquel estado de cosas. No obstante, no sólo no regateó esfuerzos, sino que llegó a la abnegación, hasta el punto de poner en riesgo su salud, en la atención de aquellos que más precisaban ayuda y comprensión. Se volcó en los pobres con una emoción sincera, y muy pronto fue conocido con el sobrenombre de "Padre de los Pobres". Pero quien supusiera que el padre Glorieux fuese un hombre débil, se equivocaría lamentablemente. Por el contrario, fue enérgico, radical e innovador; radical, porque jamás cesó en su lucha y empeño en favor de los necesitados y renovador, porque intentó eliminar las causas de tanta indigencia a través de innovaciones tales como fue la creación de la enseñanza y el trabajo.

El padre Glorieux comprendió que la limosna no era solución y que sólo mediante el trabajo, los pobres podrían ganarse dignamente el sustento. Quizás, sin saberlo, ajustaba su conducta al conocido refrán chino: "Dale un pez a un pobre y comerá una vez. Enséñale a pescar y comerá muchas veces".

Mediante el trabajo, los pobres se liberarían de la vergonzosa necesidad de verse obligados a vivir de la caridad de los demás. En su mente permanecía fija esta idea: la senda que conduce a la igualdad, la senda que intenta malograr y extirpar la miseria de los pueblos. Por eso, las bases que movieron la vida del padre Glorieux, estuvieron siempre marcadas por el espíritu de la fe, el espíritu del amor y el espíritu de una devoción a María. El primero le llegaba por su enorme confianza en la Providencia Divina; el segundo por el deseo constante de aliviar el dolor de los más desdichados, y el tercero porque veía, en la Virgen María, su mayor ayuda en la lucha constante en su deseo de aliviar la suerte de los desvalidos.

En conversaciones, siempre alegó lo mismo, que en los pobres y desdichados veía la imagen de Cristo sufriendo. Alentado por esta intención, decidió crear una comunidad, mejor dicho, una congregación que le ayudara a llevar adelante sus proyectos y así quedó hecho el 25 de noviembre de 1.830. La Congregación de los "Hermanos de Nuestra Señora de Lourdes" es la continuadora de las enseñanzas del padre Glorieux, traducida en comunidades de carácter activo, al tiempo que ajusta su existencia a los tres consejos evangélicos: Valorar la comunidad, la oración y la meditación para, de esta forma, poder entregarse sin reservas a la misión para la que fue creada: esto es, la defensa del menesteroso, aportando la mayor justicia a este mundo. La Congregación se mueve primordialmente en campos tan vitales como es la asistencia sanitaria, la enseñanza y la educación, aunque no tiene sus puertas cerradas y, por el contrario, siempre está abierta a exigencias o reclamos de otra índole que cada tiempo y lugar traen. Siempre se impone la misma pregunta: ¿qué és lo que nos pide este tiempo a nosotros? Esto es algo que resulta casi vital para cualquier Congregación o Asociación humana. Saber la realidad del momento y adecuar la actuación a las exigencias del mismo.

La Congregación de los Hermanos de Nuestra Señora de Lourdes fue fundada para eso: para estar atenta a los problemas que más requieran su colaboración y ayuda. Hoy en día, las comunidades de esta congregación se mueven en muchos países. En el momento actual existen tres provincias, con autonomía propia, que reparten la responsabilidad total a través de sus respectivos gobiernos, sin necesidad de recurrir a la casa central para tramitar asuntos que por sí mismas pueden solventar. Estas tres provincias son: Holanda, Bélgica e lndonesia.

España, Austria, Canadá y Curaçao son regiones circunscritas dentro del marco provincial de Holanda. Zaire y Brasil son, por su parte, regiones pertenecientes a la provincia belga. Las comunidades en España están ubicadas en dos centros de educación especial. La primera de ellas se halla en Astorga, en el Colegio Santa María Madre de la Iglesia. En esta conviven más de doscientos alumnos deficientes psíquicos, leves o ligeros, en mayor o menor grado. Alrededor de ochenta, son mediopensionistas, en tanto que los otros se encuentran en calidad de internos.

Para una labor de dichas características, la Congregación cuenta con el apoyo importante del personal seglar, vital para la marcha de un colegio de esta índole. La comunidad es la responsable de la dirección del centro, y está compuesta por hermanos españoles y holandeses. La segunda casa tiene su domicilio en La Bañeza, y es el centro asistencial Nuestra Señora del Valle, de creación reciente, dotada de un equipo moderno. Acoge en su seno a minusválidos psíquicos profundos, (actualmente hay unos noventa aproximadamente), es decir a aquellos que se encuentran en el nivel más bajo del complejísimo mundo de la oligofrenia. Al igual que en Astorga, la dirección de este centro corre a cargo de los hermanos, aunque su responsabilidad es compartida por todo el personal allí destinado. Ambos centros educativos siguen unas líneas definidas tanto en la estructura y distribución total de la edificación, como en la disposición de grupos pequeños y compuesto por una cifra importante del preciso personal al efecto.