La estirpe de la Casa Cruz
Su origen, historia y hechos
De hacer caso a lo que dicen algunos genealogistas, este apellido se originó por sobrenombre; es decir, que fue adoptado por algunos caballeros que, ostentando otros apellidos, lo adoptaron por la devoción que sentían hacia la religión y este fue el motivo que los empujó a adoptar Cruz como sobrenombre y que, con el paso del tiempo, acabó convertido en apellido. Pero la verdad es que, desde tiempos muy antiguos, hubo en España diversas casas denominadas bien Cruz, o De la Cruz. La cuestión es, en qué punto de España se originó y en dónde debemos situar su tronco. Si nos basamos en cuanto dice, en sus memorias, Juan Rodríguez de Padrón, Doncel del rey don Juan II y fray Felipe de la Gándara, debemos dar por cierto que es gallego, cuando ambos afirman que muy cerca de Pontevedra, existió un lugar infanzonado denominado Cruz. Ahora bien lo que ya no resulta tan admisible, es que todas las familias así apellidadas, desciendan de dicho solar infanzonado, al tratarse de un apellido sumamente extendido por todas las provincias españolas. Hay que tener en cuenta que, en Galicia hay muchos lugares llamados Cruz y es de presumir que su nombre, los tomaron por apellido, otras familias que nada tenían que ver con el solar antes indicado de Pontevedra.
Por ejemplo otro solar infanzonado existió en la villa de Briviesca, en la provincia de Burgos, como así queda consignado en el libro «Becerro» de Castilla. En Asturias radicaron otras familias de este apellido, al igual que en León, Vizcaya y Andalucía. En lo que se refiere a la difusión del apellido Cruz en América, es bien cierto que lo llevaron algunos de los primeros conquistadores, como más adelante veremos, pero también es verdad que de Galicia, partió una línea Cruz que fue a instalarse en Jalapa (Méjico), en el siglo XVII. De esa familia, se originaron otras líneas que pasaron a la península de la Florida. A Chile pasó otra línea Cruz, procedente de la villa de Tabernas, en Almería, y otra rama de este apellido, muy principal por lo que de ella se dice, se estableció asimismo en Chile, en la ciudad de Talca, pero en este caso no es nacida en España, sino en la ciudad de Génova. Los miembros de esta familia, sirvieron en los ejércitos españoles de Felipe V y Carlos III.
En España se dio también o una deformación del apellido, o bien una corrección del mismo. Existieron y existen muchas familias apellidadas De la Cruz e incluso se da junto, como Delacruz. Hay otras versiones sobre los orígenes de este apellido y aunque las consignaremos, también creemos oportuno indicar que, por nuestra parte no les concedemos excesivo crédito. Son aquellas que se refieren a que Cruz, puede venir de Cruzado, lo que haría al apellido originario de Navarra.
Señalaremos cuanto dice el obispo de Bayona, fray García de Engui, que en 1.362, escribió una de las primeras crónicas de los reyes de Navarra, y dice: «Los antiguos Cruzates de Navarra, que fueron esclarecidos caballeros, vinieron de Bretaña a Navarra, a luchar contra los moros». En la ciudad de Estella y en 1.644, don Francisco de Aguía y Beaumont afirma que: «los Cruzates de Pamplona descienden de los Cruzates de Bretaña, de una Casa clarificadísima que hay en ella y los Señores de esta Casa llevan las mismas armas que los Cruzates de Pamplona».
Ahora bien todo lo anterior más parece referirse a aquellos que llevan el apellido Cruzat (los hay en Navarra), ya que se tiene por muy cierto que estos tuvieron su origen en Bretaña (Francia), y la mayoría de los genealogistas consideran no sólo equivocada sino falsa, la afirmación de Avalos de la Piscina en su «Crónica o Historia de los Reyes de Navarra», escrita en 1.534, de que los Cruzat navarros tuvieron por progenitor a un caballero llamado don Guevara, tío del infante don Ramiro de Navarra, que por haberse hallado con este en la I Cruzada en Tierra Santa, se llamó don Pedro Cruzado, apellido que pasó a ser Cruzat en los de este linaje en Navarra, descendientes directos de dicho don Guevara o don Pedro Cruzado. Se tiene por cierto, y así es, que nadie antes que Avalos, a quien se tiene por autor muy poco escrupuloso en cuyos escritos no faltan inexactitudes de bulto, contó que en la tal Cruzada se hallara ningún infante Ramiro de Navarra. Y en segundo lugar puede probarse fidedignamente que no pudo alistarse en la I Cruzada ningún infante Ramiro de Navarra, ni aún de Aragón, pues en aquellos años sólo existían dos príncipes que llevaran ese nombre y ninguno de ellos estuvo en la citada Cruzada.
Relacionar al tal Pedro Cruzado, cuya existencia es más que dudosa con el apellido Cruz, como sostienen algunos osados genealogistas nos parece eso, una osadía, que se basa en algo que carece del menor fundamento.
Si tuviéramos que admitir un tronco de este apellido, decididamente nos inclinaríamos por aquél que, lo señala como de procedencia gallega. Quizás avale esta suposición el hecho de que el apellido Cruz, se encuentra también ampliamente difundido en el vecino país de Portugal. Citando un sólo ejemplo, Bernardo Da Cruz, que murió en 1.579, que fue un historiador portugués, agente de Cristóbal de Moura y de Felipe II, rey de España, y del que se supone que acompañó al rey portugués, don Sebastián, en la expedición marroquí en la que pereció el citado monarca luso. Por ese motivo le es atribuida la «Crónica del Rey don Sebastián».
Este apellido pasó de Portugal a Brasil. Un ejemplo: Joao Cruz e Souza, (1.830-1.898) que fue un poeta muy estimable, cuyos versos se basan en las fuentes que bebió de Baudelaiere, e incluso en la narrativa de Egdar Allán Poe. Se trata de obras en las que menudean las visiones alucinantes.
En lo que a España se refiere, puede citarse Diego de la Cruz, correspondiente a la segunda mitad del siglo XV, un pintor de probable origen flamenco que, colaboró con Gil de Siloe. Entre sus obras más conocidas se encuentran el «Cristo de la Piedad» y el «Cristo entre dos ángeles». Se le atribuye el tríptico de la catedral de Burgos, donde ya se percibe determinado estilo hispano-flamenco.
En lo que se refiere al místico San Juan de la Cruz, no podemos encasillarlo entre los de este apellido, dado que su nombre verdadero era Juan de Yepes. Y otro tanto cabe decir en lo que respecta a sor Juana Inés de la Cruz, de nombre en el mundo Juana de Abaje y Ramírez. Otros personajes de este apellido fueron don Ramón Cruz Cano, nacido en Madrid en 1.731, que fue dramaturgo español. Produjo numerosas obras en las que, la intuición de lo popular con el neoclasicismo, constituye el mérito principal de las mismas. Su teatro posee una viveza y una originalidad indiscutibles. Otro personaje de este apellido, fue don Manuel de la Cruz (1.750-1.792), un grabador español, autor de «La Feria en la Plaza de la Cebada», obra que se conserva en depósito del Museo del Prado de Madrid.
En América el apellido Cruz se encuentra sumamente extendido: José María Cruz Prieto, general y político chileno, por dos veces ministro en los gobiernos de aquel país; Sebastián de la Cruz, (siglo XVIII), un activo arquitecto peruano que construyó el campanario de la iglesia de los Jesuítas y trabajo como maestro en las obras de la iglesia de San Francisco; Luis Cruz y Goyeneche, político chileno (1.768-1.828) que tomó parte muy activa en el movimiento independentista de aquel país; Juan Cruz Varela, poeta argentino (1.794-1.839), cuya poesía se decanta por los temas patriotas, a excepción de una, la titulada «Elvira» de tema erótico.
Armas: En campo de oro, una cruz llana de gules, y en la punta una cabeza de serpiente de sinople. Bordura de gules con ocho estrellas de oro.