Girona

Girona

No puede decirse con seguridad quienes fueron sus primitivos pobladores, aunque se cree que fue una tribu ibérica denominada de los nusetanos. Sí se sabe que fue ocupada por los romanos y que experimentó un gran desarrollo.

Escudo de Girona

Escudo de damas; en campo de oro cuatro palos de gules, cargado en el centro de un losange con veros en ondas.

Heráldica Geográfica

Las Armas de Gerona

A ciencia cierta, no puede asegurarse quiénes fueron sus primitivos pobladores. Probablemente fueron los nusetanos, una tribu ibérica que se asentó en la región sobre el siglo V o VI, antes de J.C. Ocupada por los romanos, la antigua Gerona experimentó un considerable desarrollo. Esto sucedía en el siglo III, antes de Cristo y su nombre original fue el de Gerunda.

Durante la dominación romana, a finales del siglo III, fue obispado, lo que le acarreó las consecuencias de las persecuciones contra los cristianos, a causa de las cuales murió San Narciso, hoy patrón de la ciudad. Esto ocurría en el año 307, siendo obispo de Gerona y fue mártir, junto con su diácono Félix, de la persecución ordenada por el emperador romano Diocleciano.

A la llegada de la época visigoda, la ciudad apoyó al conde Paulo en su lucha contra el rey Wamba. En un principio, Paulo, que se nombró a sí mismo rey, dominó la Galia gótica y la Tarraconense, pero vencido, fue encarcelado de por vida.

La invasión musulmana constituye un episodio más en la historia de Gerona. Más tarde, fueron los francos los que, al expulsar a los sarracenos la convirtieron en un condado comprendido en la Marca Hispánica. La Marca Hispánica, se trataba de la designación, que hacían los francos, de la zona comprendida en la pirenaica del noroeste español substraída al dominio musulmán e incorporada al imperio carolingio. Fue una división administrativa del reino franco, organizada en condados. Para los modernos historiadores significa tan solo una entidad geográfica, es decir, la región formada por los condados catalanes de la época carolingia.

Al producirse el saqueo de Barcelona por las tropas del caudillo musulmán Almanzor, unido a la caída de la dinastía carolingia, se acabó, de hecho, el dominio franco sobre los condados catalanes. Fue Guifred I quien unió el Condado de Gerona al de Barcelona, en el año 878, del cual ya no volvió a separarse. Esto nos lleva, lógicamente, a referirnos a este último Condado ya que, en concreto, fue quien gobernó toda Cataluña. El Condado de Barcelona fue establecido por el rey franco Luis el Piadoso, a raíz de la conquista de esta ciudad por sus tropas, arrebatándola al dominio musulmán. En un principio, los condes dependían del rey de Aquitania. El primer conde, Bera, fue destituido por su política favorable a los "hispanis", emigrantes procedentes de Al-Andalus, perjudicial a los godos. Posteriormente se fueron sucediendo una serie de condes que vivieron inmersos en sus propias rivalidades o sublevados contra la imposición carolingia.

El Conde de Barcelona, Bernardo de Septimania se reveló contra Carlos "el Calvo" y el monarca franco lo hizo ejecutar, entregando el Condado a Sunifred de Urgel-Cerdaña, hijo del conde Bello, conde de Carcasona.

En los años siguientes se fueron sucediendo una serie de condes francos que acabaron destituidos por su incapacidad manifiesta o su infidelidad a la monarquía carolingia. En 878, el conde Guifred "el Pilós", que era conde de Gerona, de ascendencia goda, unió esta ciudad al Condado de Barcelona que le fue otorgado por los monarcas carolingios como premio a su fidelidad. Y esta fue, de hecho, la última vez que los monarcas francos nombraron condes catalanes.

A partir de esta época, Cataluña se constituyó como una nación bajo la gobernación de los distintos condes que se fueron sucediendo, hasta llegar al momento en que los sucesores de Ramón Berenguer IV ostentaron asimismo el título de Reyes de Aragón.

Por su situación geográfica, Gerona siempre excitó la codicia de los reyes franceses. Felipe "el Atrevido", en 1.285 intentó, sin éxito, conquistarla.

Gerona fue, durante la Edad Media, una importante ciudad con un barrio judío que era el centro de una floreciente industria comercial. Los franceses no desistieron de conquistarla y en 1.684, el mariscal Noallies consiguió apoderarse de ella. En contraste con Barcelona que se declaró partidaria del archiduque Carlos en la guerra de Secesión originada por el fallecimiento del rey Carlos II y la pretensión a la corona española por el archiduque y por el príncipe borbónico Felipe, la ciudad, estando ocupada por los franceses, se defendió de los ataques del pretendiente austriaco, fracasando cuantos intentos realizaron sus partidarios para conquistarla.

El episodio épico que protagonizó Gerona durante la guerra de la Independencia es demasiado conocido para repetirlo. Baste decir que los invasores napoleónicos tuvieron que asediar la ciudad durante ocho meses para que sus defensores, sin municiones y sin víveres, se vieran obligados a rendir la plaza. En los tiempos modernos, Gerona, como toda Cataluña, se mantuvo fiel al Gobierno de la II República. Fue ocupada por los ejércitos nacionales el 4 de febrero de 1939. Lo que sigue es ya historia reciente y, por tanto, entendemos obvio reseñarlo.

Ha quedado descrito todo aquello referente al Condado de Gerona, pero la heráldica de esta ciudad no quedaría completa, de pasar por alto el ducado y principado de la misma, El ducado fue instituido por el rey Pedro "el Ceremonioso" en el año 1.351 para los primogénitos de la Corona de Aragón y este título fue elevado a la dignidad de Principado por Fernando I, en el año 1.416.

Quede debidamente reseñado el hecho de que los herederos de las Coronas de Aragón y Castilla, hasta el advenimiento de la dinastía borbónica, no sólo ostentaron el título nobiliario de Príncipe de Asturias, sino también el de Girona. Se trata de un dato no muy conocido y que entendemos conveniente destacar. Hoy, como es bien sabido, los herederos de la Corona de España llevan el título de príncipes de Asturias. y tiempos hubo en que también ostentaron el de Príncipes de Girona.

Su supresión se debe, como ha quedado expuesto, a la implantación como rey de España del francés Felipe V quien, acaso llevado por el disgusto que le produdujo la hostilidad manifiesta, en una tenaz resistencia, por parte de Barcelona, hizo extensivo a toda Cataluña dicho enojo entendiendo que mal podía llevar el título de príncipe de una ciudad catalana si se tiene en cuenta la oposición que, en líneas generales, le hizo todo el territorio a su candidatura al trono español.

Pero el tiempo no pasa en balde: en la actualidad el título de Conde de Barcelona ha quedado de uso exclusivo de la Casa Real española lo que, conjuntamente con la devolución de sus privilegios y constituciones a Cataluña constituye una reparación a lo hecho por Felipe V.

Gerona, como toda Cataluña, es la puerta de España hacia Europa.

No es extraño, pues, que casi todas las invasiones extranjeras se hayan desarrollado por esta parte de la Península.

A su historia puede añadirse que la primitiva población, el núcleo humano, se levantó en una colina, Montjuich, a la derecha del Oñar desde el periodo pre-romano y romano, aunque progresivamente fue extendiéndose hacia el Norte y el Sur. Famosas son sus murallas, entre las que la población vivió encerrada hasta el siglo XIX, pero a consecuencia de la guerra de la Independencia y la destrucción parcial de dichas murallas, la ciudad inició una expansión extra muros, siguiendo primero el cauce del Oñar para más tarde orientarse por las carreteras de Barcelona y San Feliú.

De su provincia, hay que citar en primer lugar la denominada Costa Brava, centro importantísimo donde acude el turismo internacional.

Pocos parajes ha creado la Naturaleza tan bellos como el golfo de Rosas, seguido por poblaciones como Lloret de Mar, Blanes, Port-Bou, Tossa, San Feliú de Guixols, Palamós, Figueras, Ripoll, Puigcerdá, en la Cerdaña, la Junquera, Bañolas, etc.

En lo que se refiere a su producción industrial, esta se encuentra muy diversificada: textil, metalúrgia, alimentaria, química y de la contrucción. Se trata, en suma, de un territorio donde efectivamente la Naturaleza se ha mostrado muy generosa con él, en donde se une la zona montañosa con paisajes bellísimos, con sus hermosas playas.

En lo que se refiere a la heráldica, las armas de Gerona son: En campo de oro, cuatro palos de gules, cargado de otro losanje con ondas de azur y plata. Ostenta Corona de Marqués.

En su provincia: Blanes: Cuartelado con una cruz recortada de sinople y en cada cuartel las letras F. E. R y T. Cadaqués: Una torre almenada de oro, en campo de gules. Figueras: Escudo cuarelado: 1 y 4 ; en plata, una hoja de higuera y 2 y 3 ; en oro, cuatro palos de gules. La Junquera: Un haz de juncos. Massanas: En oro, un árbol de sinople. Olot: Escudo partido: 1 ; en oro, con cuatro palos de gules. 2 ; en azur, un ala de plata. Corona real abierta. Palafrugell: Un castillo de plata, acompañado de dos haces de tres flechas cada uno, boca abajo. Palamós: Escudo cuertelado: 1 y 4º; en oro, cuatro palos de gules. 2 y 3 ; en plata, cruz llana, de gules. Corona de Marqués. Puigcerdá: Sobre un monte una flor de lis. Va timbrado de corona real y adornado con trofeos de lanzas, banderas, cañones, trompetas y un montón de balas de cañón. Ripoll: Entre dos montañas de plata y sobre ondas de azur y plata, un pollo, al natural. San Feliú de Guixols: Escudo cuartelado: 1 y 4 ; en oro, cuatro palos de gules. 2 en plata, una cruz de gules. 3 ondas de mar de azur y plata. Tossa: En oro, cuatro palos de gules, corona de Barón.

Gerona con su antigua historia, sus viejas murallas, el recuerdo de sus sitios, puerta de Europa...