Press ESC to close

Almería

Escudo de Almería

En campo de plata, una cruz llana de gules. Bordura de plata componada con castillos, leones, palados de oro y gules y granadas.

Heráldica geográfica

Las Armas de Almería

La descripción de esta provincia de Andalucía, la hizo hace mas de doscientos años el historiador Méndez Silva:

«Baten embravecidas olas del Mediterráneo sus hermosos y fuertes muros, una legua de circunferencia, dos puertas, la ciudad de Almería, plantada en sitio llano, seguro puerto de todos los vientos, excepto vendaval; gozando benigno cielo, templado ambiente sin tanta amenidad, que a cualquier tiempo del año se ven sus campos cubiertos de flores, palmas, plátanos, mirtos, terebintos, naranjos, y demás géneros, agrio y dulce; produciendo aceite famoso, seda, semillas, caza, aves domésticas, sobre todo muy abastecida de pescado y algunos atunes; buenas salinas, criando muchas piedras finas, amatistas, esmeraldas, granate, ágatas, que dieron nombre a su cabo, hoy corrompido se llama «de Gata»; asimismo preciado alabastro en la sierra de Filabres, pasando por medio de la ciudad, debajo de la tierra un río copioso, que es cosa maravillosa y digno de ponderar. Ha sido gran población pues corría un refrán: Cuando Almería era Almería, Granada era su alquería».

Habla después el historiador citado de la fundación de la ciudad, 550 años antes de la Era Cristiana, para referirse luego a que primero la habitaron los sármatas seitas, llamándola «Susana» y después «Urci».

Se refiere a que por las mudanzas del tiempo, la población se arruinó hasta que Amalarico, rey de los godos, la reedificó imponiéndola por nombre «Amalarica» lo que dio origen a la actual Almería. Cita Méndez Silva a Nebrija, quien afirma que Almería es voz arábiga, interpretada «Espejo» por uno que los moros allí tenían como el de la Coruña, donde veían los navíos surcando la mar, al cual llamaban «Esmerín», y que de ahí se deriva Almería: Otros la apellidaron «Abdera», pero no es así, porque esto se refiere a la villa de Adra. Sigue informando Méndez Silva que en esta población predicó el Sagrado Evangelio, San Indalecio, quedando como su patrón, y cuyo cuerpo está colocado en el Real Convento de San Juan de la Peña.

Indica Méndez Silva que el doctor don Antonio Calderón afirma que, en el año 36 o 37 desembarcó en Almería el Apóstol Santiago, cuando vino a España y que predicó en esta ciudad, trayendo con él doce discípulos, además de sus padres, el Cebedeo y María Salomé, su tía María Cleofás, Simón Cirineo y sus dos hijos Rufo y Alejandro, así como José de Arimatea y el centurión Cayo Opio.

Con todos nuestros respetos al doctor Calderón, arzobispo de Granada, en lo que a nosotros nos afecta, nos asaltan bastantes dudas sobre la veracidad de tales afirmaciones; son demasiados los personajes bíblicos que asegura que llegaron a España. Que desembarcaran en Almería es lo de menos.

Por otra parte, nada de cuanto afirma está históricamente comprobado. Ateniéndonos a lo que sí se sabe de esta ciudad, lo más creíble es que fuera fundada por un grupo de marinos andaluces, sobre el siglo XI, junto a la torre vigía de Pechina, población situada a unos diez kilómetros de la costa. Que los moros le dieron el nombre de «Al-Maruya» y de ahí es donde posiblemente proviene su actual de Almería.

En el año 889 fue atacada por el Conde Subyer II de Ampurias, que durante el escaso tiempo en que fue dueño de la población, incendió un gran número de embarcaciones que había en su puerto.

En el año 922, entró a formar parte del Ermirato de Córdoba y treinta y tres años más tarde, Abderramán III convirtió a Almería en capital de provincia.

En el año 955, una escuadra fatimi enviada por el califa al-Muittz como acto de represalia contra los omeyas andaluces, penetró en el puerto de Almería, incendió cuantas naves en él había y prendió fuego a la ciudad.

A partir del reinado de al Bakam II (961), Almería se convirtió en el principal puerto militar del Califato de Córdoba, y treinta y seis años después fue sede de la importante taifa creada por Jayrán, que se mantuvo hasta el año 1.091.

Reconquistada por el rey Alfonso VIII, de Castilla, que lo hizo ayudado por el Conde Ramón Berenguer de Barcelona, cuñado suyo, volvió a perderse frente a los almohades en el año 1.157. Méndez Silva dice que en su retirada, los catalanes se llevaron con ellos ricos despojos.

Por el Tratado de Alcalá de Henares (1.308), entre Fernando IV y Jaime II, fue adjudicada a este último, pero su reconquista definitiva quedó reservada a los Reyes Católicos, Fernando e Isabel, el 22 de diciembre de 1.490.

Estos Monarcas mandaron que Almería fuera repoblada por cristianos, restituyendo la antigua catedral por manos del gran cardenal de España don Pedro González de Mendoza, arzobispo de Toledo, con bula del Papa Inocencio VIII, y allí dejó de Obispo a don Juan Ortega, natural de Burgos.

La población resultó muy afectada con la expulsión de los moriscos dado que su agricultura se vio privada de miles de manos muy útiles en estos menesteres, cesando la fabricación de hilo de seda. También contribuyeron a la decadencia almeriense una sucesión de terremotos que tuvieron lugar por aquella época: 1.495, 1.522, 1.550 y 1.658. Baste decir que en este último año, Almería tan sólo contaba con seiscientos vecinos.

Durante la Guerra de la Independencia fue conquistada por las tropas francesas en el año 1.810, pero fue recuperada al año siguiente por los españoles.

Almería, fue convertida en capital de provincia en el año 1.822. Con anterioridad había pertenecido al capitalidad de Granada, a la que tornó un año después (1.823), pero transcurrido exactamente diez años, volvió a convertirse en capital de provincia, con sus limites actuales.

Esta capital durante la regencia del general Espartero, se sumó al alzamiento contra éste, en el año 1.843, y en junio de 1.873, unos navíos de guerra, fragatas, penetraron en su puerto al mando de Contreras, presidente del Gobierno cantonal de Cartagena, exigiendo la rendición de la ciudad y el pago de diez mil duros como subsidio de guerra. Ante la negativa, Contreras sometió a Almería a un bombardeo con los cañones de sus fragatas.

Durante el siglo XIX, se inició un aumento de la población de la ciudad, que fue en aumento en el XX, crecimiento que se mermó un tanto a causa de la emigración, en busca de trabajo, a Argelia y más tarde a Cataluña, aquella parte de España, floreciente por sus pujantes industrias textiles.

En lo que se refiere a monumentos de su pasado, los restos más antiguos de la ciudad son los de la Alcazaba musulmana, del siglo X y en la iglesia de San Juan existen vestigios del mihrab almohade; esta iglesia fue construida por orden de los Reyes Católicos, sobre una antigua mezquita.

La iglesia de Santiago es un antiguo edificio mudéjar, con torre declarada monumento nacional y portada renacentista obra de Juan de Orea. En su Museo Arqueológico existen materiales procedentes de las excavaciones de El Argar.

En la Almería moderna, la población orientó su crecirniento urbanístico siguiendo la carretera de Málaga.

El centro vital de la población almeriense se centró en la Puerta de Purchena, cruce de las más importantes calles, donde se concentran los comercios y la vida económica.

El puerto, construido en el año 1.847, tiene su boca orientada hacia Levante.

Almería es una población que ha experimentado un fuerte crecimiento durante el siglo actual, en contraste con la provincia, donde dicho crecimiento permanece estancado.

Por el volumen de pesca desembarcada, Almería era considerada hace algunos años como el 2 puerto mediterráneo español. En cambio, es muy poco el pasaje marítimo regular. En cuanto al turismo, la provincia de Almería lleva ya años en un crecimiento en expansión constante.

Adra, se dice que fue fundada por los fenicios, quienes explotaron sus minas, dándole el nombre de «Abdera», transformando con el paso del tiempo en el actual Adra.

Cuevas de Almanzora conserva todavía vestigios romanos, lo que indica que en tiempos fue población ocupada por estos. Pero se ignora cuál pudo ser su nombre primitivo.

En Gergal se encuentra un importante castillo árabe y llegando a Vélez Rubio, se da con ciertos abrigos prehistóricos que delatan una remota antiguedad. En esta villa se alza una iglesia, la de San Francisco, que conserva valiosas esculturas de Salzillo. También debe consignarse la de la Encarnación, de estilo greco-romano.

Finalmente, Vera, ya existía en la época romana. Desconocemos el nombre que pudo tener en aquella época. La reconquistaron los Reyes Católicos en el año 1.488 y un terremoto la destruyó en 1.511. Otras importantes villas de la provincia de Almería, son Huercal-Overa, Canjayar, Berja, Purchena y Sorbas.

La hermosa Alcazaba de Almena, fue uno de los puntos de reststencia de los ultimos reductos arabes de la reconquista. Fernando «el Catolico» la tomo sin lucha por un acuerdo con Abu Zagal despues de la caida de Baza.