Soler

Soler

Don Francisco Piferrer en su obra "Señoríos y Reinos de España", expone que el apellido es originario del principado de Cataluña. Pero otros autores señalan que es de procedencia francesa. La explicación que dan es que un caballero llamado Arnade Solier pasó a España con las huestes de Beltrán Duclestín, mercenario que vendió sus servicios al bastardo de Trastámara, en la lucha que sostenía contra don Pedro I. Una vez coronado Enrique, se dio cuenta que duraría en el trono el tiempo que le petase a la alta nobleza castellana, por lo que la cubrió de honores y prebendas, al igual que a los caballeros franceses que le ayudaron en el destronamiento de su hermanastro, por lo que otorgó al francés Arnade de Solier la villa de Villalpando. Los tratadista Morote y Gracia Dei, sostienen que esto no pudo ser así, ya que mucho antes, en la batalla de las Navas de Tolosa habían intervenido caballeros españoles apellidados Soler.

Pedro Soler, en el año 1.300 fue uno de los pobladores de la villa de Felanitx, en Mallorca y su casa solar, llamada "Son Soler" en 1.533 se dividió entre sus descendientes Gabriel y Lorenzo Soler. Francisco Soler, en 1.438, era señor del feudo y estado de Torelló, y sirvió en Mahón en los cargos reservados al estado noble. Hay que citar al padre Pedro Soler y Vives, teólogo, que fue vicario provincial y examinador sinodal del obispado de Mallorca. Don Juan Soler y Saos fue el encargado de negociar la paz con Trípoli, firmando el tratado en nombre de S.M., fue cónsul general en el imperio otomano, prestando importantes servicios a su patria y su rey, por cuyo motivo por Real Decreto de 18 de diciembre de 1.796, se le concedió y reconoció la nobleza de sangre de que gozaron sus nobles antepasados. Posteriormente sería promovido a ministro de la Junta general de Comercio, Moneda y Minas y de la Suprema de Sanidad del Reino. Don Miguel Cayetano Soler, doctor en derecho y caballero de la Orden de Carlos III, fue primer secretario de Estado y del despacho universal de hacienda del rey don Carlos IV.

ARMAS:

Escudo partido: parte superior, en fondo azur, un sol de oro; parte inferior, un castillo también de oro, en campo de gules. En la bordura que es de plata el siguiente lema: Con sol fueron y volvieron ya la batalla vencieron.

Soler

Don Francisco Piferrer en su obra "Señoríos y Reinos de España", expone que el apellido es originario del principado de Cataluña. Pero otros autores señalan que es de procedencia francesa. La explicación que dan es que un caballero llamado Arnade Solier pasó a España con las huestes de Beltrán Duclestín, mercenario que vendió sus servicios al bastardo de Trastámara, en la lucha que sostenía contra don Pedro I. Una vez coronado Enrique, se dio cuenta que duraría en el trono el tiempo que le petase a la alta nobleza castellana, por lo que la cubrió de honores y prebendas, al igual que a los caballeros franceses que le ayudaron en el destronamiento de su hermanastro, por lo que otorgó al francés Arnade de Solier la villa de Villalpando. Los tratadista Morote y Gracia Dei, sostienen que esto no pudo ser así, ya que mucho antes, en la batalla de las Navas de Tolosa habían intervenido caballeros españoles apellidados Soler.

Pedro Soler, en el año 1.300 fue uno de los pobladores de la villa de Felanitx, en Mallorca y su casa solar, llamada "Son Soler" en 1.533 se dividió entre sus descendientes Gabriel y Lorenzo Soler. Francisco Soler, en 1.438, era señor del feudo y estado de Torelló, y sirvió en Mahón en los cargos reservados al estado noble. Hay que citar al padre Pedro Soler y Vives, teólogo, que fue vicario provincial y examinador sinodal del obispado de Mallorca. Don Juan Soler y Saos fue el encargado de negociar la paz con Trípoli, firmando el tratado en nombre de S.M., fue cónsul general en el imperio otomano, prestando importantes servicios a su patria y su rey, por cuyo motivo por Real Decreto de 18 de diciembre de 1.796, se le concedió y reconoció la nobleza de sangre de que gozaron sus nobles antepasados. Posteriormente sería promovido a ministro de la Junta general de Comercio, Moneda y Minas y de la Suprema de Sanidad del Reino. Don Miguel Cayetano Soler, doctor en derecho y caballero de la Orden de Carlos III, fue primer secretario de Estado y del despacho universal de hacienda del rey don Carlos IV.

ARMAS:

Escudo partido: parte superior, en fondo azur, un sol de oro; parte inferior, un castillo también de oro, en campo de gules. En la bordura que es de plata el siguiente lema: Con sol fueron y volvieron ya la batalla vencieron.