Press ESC to close

Rodríguez

La estirpe de la Casa Rodríguez

Su origen, historia y hechos

Se trata de un apellido patronímico, derivado del nombre propio Rodrigo.

Su punto de origen parece ser Asturias y, en general el norte de la Península. Cuantos sostienen esta opinión se basan en el rey don Rodrigo, a quien hacen uno de los primeros de este nombre.

No obstante lo anterior, otros mantienen la opinión de que este nombre, Rodrigo, fue españolizado, por decirlo así, ya que el original del monarca visigodo era Rodrerich. De todos modos, como sea que ante la historia y para todos los efectos el que consta es el de Rodrigo, a él nos atendremos.

Posiblemente, durante la monarquía visigoda hubo otros con este nombre, pero esto, en realidad, es lo que menos importa. También es bien cierto que, durante la reconquista, después de la reconquista e incluso actualmente, este nombre, Rodrigo, se mantiene diferenciándose del apellido Rodríguez.

Examinemos, pues al primer Rodrigo para más tarde estudiar las raíces del apellido. Tenemos a un don Rodrigo, rey visigodo de Hispania. ¿Se tomó de este personaje el nombre para que, con el paso de los años, se convirtiera en apellido? En primer lugar, convendría saber de quién estamos hablando.

¿En qué raíces se funda el nombre de Rodrigo? ¿Acaso en la voz latina «rodrigón»? ¿Y qué significado tiene esta voz? Rodrigo, en castellano, significa un resultado entre las voces latinas «rudica» y «ridica», y «rodrigón» que viene de «rodriga» es la vara, palo o caña que se clava al pie de una planta y sirve para sostener, sujetos con ligaduras, sus tallos y ramas. Claro que también solía aplicarse al criado viejo que servía para acompañar señoras. Pero fijémonos en la voz primera, «rodrigón». ¿Puede suponerse que, en determinada época cierto personaje muy ligado al poder real sirvió a este como sostén y consejero, que lo apoyó en todo y gracias a su esfuerzo el rey se mantuvo firme en el trono? En este caso, se tiene la tentación de suponer que, en un principio, ese nombre, Rodrigo proviene de un apodo, es decir de un «rodrigón», un valido real al que por su forma de proceder se le apodó de tal forma y que, con el tiempo, como tantos y tantos apellidos, por no decir todos, partió de un mote y se convirtió en el Rodrigo. ¿Qué algún antepasado del rey de este nombre ejerció como «rodrigón»? Habrá que tener muy en cuenta que la biografía de este rey proviene casi toda ella de fuentes árabes y que no es poco el elemento legendario que en la misma puede encontrarse. Al parecer, Rodrigo era un noble visigodo (allá por el año 710) que a la muerte del rey Witiza consiguió ser elegido para el trono al contar con la mayor parte de la nobleza visigoda, en perjuicio de quien tenía más derechos a la Corona que él, que era Ahkila, el hijo del monarca fallecido. Por tanto, ya tenemos un «rodrigón» que a cambio de colmar a la nobleza visigoda de privilegios, se apoyó en ésta para escalar el trono. Pero ocurrió que el legítimo rey, Ahkila, no se conformó con la maniobra y también contaba con partidarios, lo que llevó prácticamente a la división del reino. La Bética, la Lusitania y la Cartaginense, apoyaron a Rodrigo. La Tarraconense y la Narbolense siguieron, en la práctica, las consignas de Ahkila. Fue en ese momento cuando este último entró en contacto con los dirigentes árabes del norte de África, buscando en ellos unos auxiliares que le ayudaran a derrotar a su rival.

Existe la tradición históricamente poco comprobada, de cierto conde don Julián, al que algunos hacen gobernador de Ceuta o, señor de Cádiz, se puso de acuerdo con los musulmanes y estos desembarcaron en Algeciras. El rey Rodrigo se enfrentó a ellos en la batalla de Guadalete y parece ser que, traicionado por gran parte de su ejército cuyo mando había confiado a los parientes de Ahkila, sucumbió en la batalla. Pero posteriormente a este Rodrigo, hubo muchos otros, y es tarea imposible fijar con exactitud cual de ellos dio origen al apellido Rodríguez. Por los datos que se pueden obtener, lo único que está en nuestra mano señalar, es que los primeros de este apellido aparecen en la zona norte de España. Con toda sinceridad, debemos decir que ignoramos el lugar exacto.

Lo único que está a nuestro alcance es informar que fueron muchos los de este linaje que probaron repetidamente su nobleza, en diversas épocas. Fueron numerosos los caballeros que ingresaron en las Órdenes Militares, tales como Montesa, Alcántara, Calatrava, Orden de Carlos III, etc. para lo cual establecieron las debidas probanzas de hidalguía y nobleza de sangre ente las Reales Chancillerías de Valladolid, Granada, Real Audiencia de Oviedo y Real Compañía de Guardias y Marinas.

Los títulos con que cuenta este apellido son muy numerosos: en el año 1.688, don Martín Rodríguez de Medina, fue creado Marqués de Buenavista; en 1.691, don Juan Antonio Rodríguez de Varcarcel, Marqués de Medina, en 1.706, don Francisco Esteban Rodríguez de los Ríos, Marqués de Santiago; en 1.712, don Martín Rodríguez de la Milla, Marqués de Saltillo, en 1.713, don Sebastián Antonio Rodríguez de Madrid, Marqués de Villamedina; en 1.730, don Francisco Rodríguez Chacón, Marqués de Iniza; en 1.732, don Bernardo Rodríguez del Toro, Marqués del Toro; en 1.749, don Manuel Rodríguez y Saenz de Pedroso, Conde de San Bartolomé de Jala; en 1.771, don Alonso Rodríguez Valderrábano, Marqués de Trebolar, en 1.780, don Pedro Rodríguez de Campomanes, Conde Campomanes; en 1.797, don José Rodríguez, Conde del Parque y en 1.866, don Fernando Rodríguez de Rivas, Conde de Castillejos de Guzmán. El apellido Rodríguez no podia estar ausente en la conquista de América y así, la historia cita a don Juan Rodríguez Suárez, nacido en Mérida y muerto en Venezuela en el año 1.561, participó en todas las campañas que se llevaron a efecto en el Nuevo Reino de Granada, y tomó parte en la conquista de Pamplona población de la que posteriormente fue alcalde en el año 1.558, en la región de las Sierras de Mérida, fundó la población de Santiago de los Caballeros. Pasó luego a ser teniente gobernador de la provincia de Caracas, desde donde emprendió la conquista de las tierras ocupadas por los nativos «teques» donde se distinguió por su valor, pero enfrentado al caudillo Guaicaipuro, murió a manos de éste.

El apellido Rodríguez se encuentra muy extendido por toda la América de habla hispana, donde se encuentran numerosos personajes del mismo que se destacaron en la política, la literatura, la abogacía y las artes.

Como armas, el apellido Rodríguez trae: En campo de gules, un aspa de oro, acompañada en cada hueco, de una flor de lis de plata.