Monsalve

Monsalve

El linaje es de naturaleza zamorana, aunque su fama la adquirieron en Andalucía donde los miembros estuvieron presentes desde los primeros tiempos de la Reconquista. Los de este esclarecido linaje, ya en el año 1.148 se encuentran peleando junto con el rey Fernando III "El Santo" en la conquista de Sevilla, y una vez vencidos los musulmanes, el monarca los premió con ricas heredades de tierra formando los troncos de los que proceden los de este apellido nacidos en Andalucía. Don Enrique de Castilla, una vez alcanzado el trono como Enrique IV, por una cédula despachada en Fuensalida (1.449) designó Regidor de la ciudad de Ubeda, a don Luis de Monsalve, que emparentó posteriormente con la casa de los Duques de Alburquerque. Más tarde, el rey Carlos II otorgó el título de Conde de Benagiar a don Alonso Antonio Tous de Monsalve, Alcaide Mayor perpetuo de la ciudad de Sevilla, Gentilhombre y Caballero de la Orden de Santiago. El hijo de éste, don Alonso Tous de Monsalve y Jalón, fue designado por el rey Felipe V con el Marquesado de Tous, en el año 1.711. En Andalucía, los de este linaje siempre tuvieron gran prominencia, ostentando altos cargos de gobierno como reconocimiento a su nobleza. Uno de los personajes más famosos del linaje fue don Diego de Monsalve. A su regreso de Grecia, se trasladó a Zamora, retando a don Diego de Mazariegos, no se sabe por qué resentimientos, pero el caso fue que este desafío dividió en dos bandos a la ciudad hasta que al fin el ofensor, Mazariegos, rindió su espada al ofendido, con lo cual éste se dio por satisfecho y el duelo no llegó a celebrarse. Posteriormente este caballero ingresó en la Orden de Calatrava en 1.559 y fue Maestre de Campo y Gobernador de Pisa (Zamora), gozando de la confianza del emperador Carlos V. Tuvo más suerte que su padre, don Francisco Monsalve que siendo afrentado en la Junta del Estado Noble de Caballeros Hijosdalgos de Zamora, en la iglesia de Santa María la Nueva, fue tanta la vergüenza que sintió que murió tres días después.

ARMAS:

En campo de sinople, un águila exployada y coronada, que tiene en las garras una corona de oro. Bordura de azur, con ocho flores de lis de oro.

Monsalve

El linaje es de naturaleza zamorana, aunque su fama la adquirieron en Andalucía donde los miembros estuvieron presentes desde los primeros tiempos de la Reconquista. Los de este esclarecido linaje, ya en el año 1.148 se encuentran peleando junto con el rey Fernando III "El Santo" en la conquista de Sevilla, y una vez vencidos los musulmanes, el monarca los premió con ricas heredades de tierra formando los troncos de los que proceden los de este apellido nacidos en Andalucía. Don Enrique de Castilla, una vez alcanzado el trono como Enrique IV, por una cédula despachada en Fuensalida (1.449) designó Regidor de la ciudad de Ubeda, a don Luis de Monsalve, que emparentó posteriormente con la casa de los Duques de Alburquerque. Más tarde, el rey Carlos II otorgó el título de Conde de Benagiar a don Alonso Antonio Tous de Monsalve, Alcaide Mayor perpetuo de la ciudad de Sevilla, Gentilhombre y Caballero de la Orden de Santiago. El hijo de éste, don Alonso Tous de Monsalve y Jalón, fue designado por el rey Felipe V con el Marquesado de Tous, en el año 1.711. En Andalucía, los de este linaje siempre tuvieron gran prominencia, ostentando altos cargos de gobierno como reconocimiento a su nobleza. Uno de los personajes más famosos del linaje fue don Diego de Monsalve. A su regreso de Grecia, se trasladó a Zamora, retando a don Diego de Mazariegos, no se sabe por qué resentimientos, pero el caso fue que este desafío dividió en dos bandos a la ciudad hasta que al fin el ofensor, Mazariegos, rindió su espada al ofendido, con lo cual éste se dio por satisfecho y el duelo no llegó a celebrarse. Posteriormente este caballero ingresó en la Orden de Calatrava en 1.559 y fue Maestre de Campo y Gobernador de Pisa (Zamora), gozando de la confianza del emperador Carlos V. Tuvo más suerte que su padre, don Francisco Monsalve que siendo afrentado en la Junta del Estado Noble de Caballeros Hijosdalgos de Zamora, en la iglesia de Santa María la Nueva, fue tanta la vergüenza que sintió que murió tres días después.

ARMAS:

En campo de sinople, un águila exployada y coronada, que tiene en las garras una corona de oro. Bordura de azur, con ocho flores de lis de oro.