Mena
Aunque su casa solar se encuentre en Murcia y muchos tratadistas concedan a este linaje un origen murciano, no es así, puesto que se debe a la presencia de varios caballeros de este apellido que acompañaron a las huestes cristianas en la conquista del reino de Murcia. Aunque no pueda asegurarse con toda rigurosidad, sí es de suponer que los citados caballeros fueran aragoneses.
Lo que ya no nos es posible citar, son sus nombres ni lugares de origen. No hemos podido encontrar los datos al respecto.
Pero bien, como sea que se asentaron en Murcia donde fundaron sus casas solares y que fueron los encargados de poblar la ciudad de Mula, no hay inconveniente alguno en calificar a la familia Mena como murciana, ya que fue allí donde se extendió el apellido. Y es allí, precisamente, donde los miembros de este linaje siempre fueron tenidos por notorios hijosdalgo, gozando de todas las preeminencias debidas a su alta posición, como miembros del estado noble, y esto se viene a corroborar por la anotación que de ellos se hizo, en el concejo de Mula, donde se los califica «como buenos homes y mejores de esta villa», y así se dice en carta del Ayuntamiento de fecha 3 de junio de 1.844, expedida a petición de Juan de Mena, vecino de dicha ciudad.
En lo que respecta a su participación en la Reconquista, es posible encontrar varios caballeros de este apellido en la conquista de Granada, militando bajo el estandarte de los Reyes Católicos. También pasaron a América pudiendo citarse al capitán don Pedro de Mena y Alvarado, compañero de Valdivia en la conquista de Chile. Este caballero quedó aposentado en dicho país, fundando casa solar y familia de la que tuvo numerosos descendientes.
La ilustre familia de Mena se encuentra emparentada con otras casas no menos nobles, tales como las de Fernández, Leiva, Melgarejo, Teruel y otras de las principales de la Ciudad de Lorca.
ARMAS:
Escudo en campo azur, al que dividen dos dragantes, con una banda roja que termina en las bocas de ambos y en el cuartel derecho un lebrel con una cadena al cuello y atado con ella a un arbol que ocupa el cuartel supertor.