Lobato

Lobato

El solar originario de este apellido y de acuerdo a cuanto se indica en el libro "Becerro de Castilla", parece ser que estuvo ubicado en el lugar de Melón, del partido de Rivadavia, Orense, lo que nos hace señalar como su tronco Galicia. En Melón se encontraba situado el monasterio de monjes de los Bernardos y es de dicha localidad de la que descienden todos los del apellido Lobato, al igual que los Lobera, Loberos y Lobatones ya que unos y otros parece ser que tomaron su origen en la reina Claudia Lupavia, señora de Galicia, que se convirtió al cristianismo en el Pico Sacro, según afirma la tradición y habiendo cedido su palacio a San Eufragio para casa y sepultura del apóstol Santiago, se retiró a los Montes de Melón. Estamos siguiendo cuanto indica García Garrafa, en su Enciclopedia Heráldica y Generalógica, por lo que no podemos afirmar ni negar la veracidad de los anteriores datos, aunque es de suponer que tratadista de tan reconocido prestigio no los consignaría de no estar seguro de su autenticidad. En lo que se refiere a la difusión del apellido Lobato en el reino de Portugal, cabe señalar que Basco Lobato, señor de la casa en Galicia pasó a este país donde contribuyó a la fundación del Monasterio de Santo Domingo de Viana de Limia. Así pues, queda establecido que la casa noble de los Lobato de Melón partieron las distintas líneas que fueron a establecerse en Portugal y distintos lugares de España, con preferencia en Aragón. Precisamente a la familia Lobato de Aragón perteneció Nicolás Lobato, célebre escultor de Zaragoza que por los años 1.542 trabajó en la sillería del coro de la catedral de aquella capital. Pero también conviene indicar que existió otra casa noble Lobato en Cantabria cuyos miembros entroncaron con los de la Calle, dando origen al apellido Lobato de la Calle. Se ignora si esta casa tuvo algo que ver con la gallega. Con el tiempo, el apellido Lobato fue extendiéndose por toda España, y cabe señalar la existencia de una casa de este linaje en Extremadura, concretamente en Siruela, provincia de Badajoz.

ARMAS:

En campo de gules, tres castillos de oro puestos en triángulo. Bordura cosía, de gules, con siete lobos en su color.

Lobato

El solar originario de este apellido y de acuerdo a cuanto se indica en el libro "Becerro de Castilla", parece ser que estuvo ubicado en el lugar de Melón, del partido de Rivadavia, Orense, lo que nos hace señalar como su tronco Galicia. En Melón se encontraba situado el monasterio de monjes de los Bernardos y es de dicha localidad de la que descienden todos los del apellido Lobato, al igual que los Lobera, Loberos y Lobatones ya que unos y otros parece ser que tomaron su origen en la reina Claudia Lupavia, señora de Galicia, que se convirtió al cristianismo en el Pico Sacro, según afirma la tradición y habiendo cedido su palacio a San Eufragio para casa y sepultura del apóstol Santiago, se retiró a los Montes de Melón. Estamos siguiendo cuanto indica García Garrafa, en su Enciclopedia Heráldica y Generalógica, por lo que no podemos afirmar ni negar la veracidad de los anteriores datos, aunque es de suponer que tratadista de tan reconocido prestigio no los consignaría de no estar seguro de su autenticidad. En lo que se refiere a la difusión del apellido Lobato en el reino de Portugal, cabe señalar que Basco Lobato, señor de la casa en Galicia pasó a este país donde contribuyó a la fundación del Monasterio de Santo Domingo de Viana de Limia. Así pues, queda establecido que la casa noble de los Lobato de Melón partieron las distintas líneas que fueron a establecerse en Portugal y distintos lugares de España, con preferencia en Aragón. Precisamente a la familia Lobato de Aragón perteneció Nicolás Lobato, célebre escultor de Zaragoza que por los años 1.542 trabajó en la sillería del coro de la catedral de aquella capital. Pero también conviene indicar que existió otra casa noble Lobato en Cantabria cuyos miembros entroncaron con los de la Calle, dando origen al apellido Lobato de la Calle. Se ignora si esta casa tuvo algo que ver con la gallega. Con el tiempo, el apellido Lobato fue extendiéndose por toda España, y cabe señalar la existencia de una casa de este linaje en Extremadura, concretamente en Siruela, provincia de Badajoz.

ARMAS:

En campo de gules, tres castillos de oro puestos en triángulo. Bordura cosía, de gules, con siete lobos en su color.