Llano

Llano

Este linaje tiene su procedencia en el Norte de la Península. Se encontraban casas de este apellido en Asturias, Vizcaya, Cantabria y Álava.

De la feligresía de Pobeña fue don Fernando de Llano, que realizó probanza de hidalguía para poder vestir el hábito de la Orden de Santiago en el año 1.741. De este linaje fue don Simón del Llano y de su enlace verificado en 1.716 con doña Francisca de la Cuadra y Llarena, nacieron varios hijos, entre los que se cuenta don Agustín del Llano y de la Cuadra, Caballero de Santiago, Gran Cruz de Carlos III en 1.790, Secretario y Consejero de Estado, Embajador en Viena y a quien por sus méritos le fue concedido el título de Marqués del Llano, el 23 de abril de 1.780 y fue Caballero Colegiado de la Nobleza de Madrid desde el año 1.785. La línea de los Marqueses del Llano se continuó con don Fernando del Llano y Parreo, brigadier de Infantería: don José Agustín del Llano, casado con doña Antonia Guninea, progenitores de los sucesivos Marqueses de Llano. Don Sebastián de Llano y de la Cuadra fue el primer conde de Sanafé, por Real Cédula de 8 de Agosto de 1.780 siendo embajador en La Haya. Fueron muchos los miembros de este apellido que hicieron probanza de nobleza en la Real Chancilleria de Valladolid, entre ellos pueden citarse a don Antonio de la Cuadra y Llano, Caballero de Santiago, a partir de 1.754; don José del Llano, natural de la Coruña, en el año 1.775; en el valle de Somorrostro nació don Juan Antonio de Llano, quien orientó sus actividades en hacer informaciones para la inquisición en el año 1.816. Del origen del apellido, es poco lo que se sabe. Pudo ser geográfico, suponiendo que su primera casa solar estuviera ubicada en un terreno llano y que esta circunstancia fuera añadida como apellido al nombre. Pero nada en concreto se puede afirmar o negar. Las armas de este apellido que pasaron a América cuentan, entre sus miembros a don Francisco de Llano, Alcalde Mayor de San Felipe y don Francisco de Llano, que ocupó igual cargo en Tulacingo.

ARMAS:

En sinople, un castillo de oro orpasado de gules, puesto sobre ondas de mar y con dos tigres de plata empinantes.

Llano

Este linaje tiene su procedencia en el Norte de la Península. Se encontraban casas de este apellido en Asturias, Vizcaya, Cantabria y Álava.

De la feligresía de Pobeña fue don Fernando de Llano, que realizó probanza de hidalguía para poder vestir el hábito de la Orden de Santiago en el año 1.741. De este linaje fue don Simón del Llano y de su enlace verificado en 1.716 con doña Francisca de la Cuadra y Llarena, nacieron varios hijos, entre los que se cuenta don Agustín del Llano y de la Cuadra, Caballero de Santiago, Gran Cruz de Carlos III en 1.790, Secretario y Consejero de Estado, Embajador en Viena y a quien por sus méritos le fue concedido el título de Marqués del Llano, el 23 de abril de 1.780 y fue Caballero Colegiado de la Nobleza de Madrid desde el año 1.785. La línea de los Marqueses del Llano se continuó con don Fernando del Llano y Parreo, brigadier de Infantería: don José Agustín del Llano, casado con doña Antonia Guninea, progenitores de los sucesivos Marqueses de Llano. Don Sebastián de Llano y de la Cuadra fue el primer conde de Sanafé, por Real Cédula de 8 de Agosto de 1.780 siendo embajador en La Haya. Fueron muchos los miembros de este apellido que hicieron probanza de nobleza en la Real Chancilleria de Valladolid, entre ellos pueden citarse a don Antonio de la Cuadra y Llano, Caballero de Santiago, a partir de 1.754; don José del Llano, natural de la Coruña, en el año 1.775; en el valle de Somorrostro nació don Juan Antonio de Llano, quien orientó sus actividades en hacer informaciones para la inquisición en el año 1.816. Del origen del apellido, es poco lo que se sabe. Pudo ser geográfico, suponiendo que su primera casa solar estuviera ubicada en un terreno llano y que esta circunstancia fuera añadida como apellido al nombre. Pero nada en concreto se puede afirmar o negar. Las armas de este apellido que pasaron a América cuentan, entre sus miembros a don Francisco de Llano, Alcalde Mayor de San Felipe y don Francisco de Llano, que ocupó igual cargo en Tulacingo.

ARMAS:

En sinople, un castillo de oro orpasado de gules, puesto sobre ondas de mar y con dos tigres de plata empinantes.