Gallardo
Los tratadistas no se han puesto de acuerdo sobre el origen de este apellido. Algunos lo hacen francés, indicando que lo correcto era escribirlo como Gallard y que fueron varios los caballeros franceses que pasaron a España lo que hizo que, con el tiempo, se castellanizara transformándose en Gallardo.
Pero los hay también que afirman que en lugar de francés, su origen es catalán, siendo «Gallart» y que conforme se fue extendiendo por España, se varió en Gallardo. En apoyo o contradicción de ambas tesis, por nuestra parte sólo podemos dejar constancia de una opinión: Gallard, como apellido es bastante corriente en Francia; Gallart, en Cataluña, no se encuentra excesivamente difundido, más bien todo lo contrario.
Basándonos en cuanto dice el tratadista García Garraffa y en el «Nobiliario Español» de Julio de Atienza, podemos reflejar los motivos que dieron origen al escudo de los Gallardo:
En cierta ejecutoria de hidalguía ganada en juicio contradictorio por Jerónimo Antonio Gallardo, vecino de la Villa de Beja (Almería) en 1.763, se hace mención de una Real Cédula otorgada en 1.576 por el rey Felipe II, al capitán Francisco Pedro Gallardo, vecino de la ciudad de Vera, que sirvió contra los moriscos en Granada y fue guía de un tercio de Infantería de Nápoles. De regreso a España, este militar tornó a luchar en Andalucía y en el año 1.571 (concretamente el día 10 de mayo) prendió en la parte llamada la «Mesa de Roldán», muy próxima al mar, al capitán Hernando de Portocarrero, el que llevó preso a Vera, encadenado.
En el año 1.572, este mismo militar puso preso al capitán García de Oliver, vecino de Serón, al que hizo cortar la cabeza. Y por todos estos servicios, el rey lo premió concediéndole el derecho a usar el escudo de armas que, desde aquel entonces, corresponde a la familia Gallardo.
ARMAS:
En campo de oro, una banda de gules engolada en cabezas de dragones de sinople y acompañada de dos gallos de su color, uno arriba y otro abajo.