Escamilla

Escamilla

Se trata de un linaje castellano, pero con la conquista de Andalucía pasó a dicha región, donde quedó establecido sólidamente, hasta el punto de que sus descendientes se encuentran más difundidos por esta región que por la suya original.

Desde muy pronto, los caballeros de este linaje se unieron a sus reyes para la Reconquista, y así ya los encontramos entre los primeros que combatieron bajo las banderas del rey Fernando en la campaña militar que culminó con la toma de Jaén antes de emprender la más ambiciosa de conquistar Sevilla. En el asedio y posterior toma de Baeza se distinguió don Pedro de Escamilla que, al frente de cien escuderos, constituyó la vanguardia del ejército cristiano, siendo los primeros que trabaron dura lucha con los moros que hicieron una salida y tuvieron que retirarse apresuradamente ante el empuje de don Pedro y cuantos le seguían.

Una vez ocupada Baeza, este caballero continuó en la compañía del rey Fernando en todas las batallas que se llevaron a cabo y que culminaron con el sitio y posterior toma de Sevilla. Por sus servicios, el monarca lo incluyó en el repartimiento de tierras, dejándole muy bien heredado. Otro caballero de este apellido quedó al cuidado de una de las fortalezas de la frontera y evitó que la misma fuera tomada por los moros gracias a un extraño suceso. Se encontraba durmiendo y la guardia algo descuidada, lo que fue aprovechado por los musulmanes para, envueltos en las sombras de la noche, aproximarse a la fortaleza y cuando ya se disponían a iniciar el asalto, confiando en la sorpresa de su rápida acción. El Alcaide Escamilla despertó por los graznidos de unos gansos, despertados asimismo por los invasores y eso fue más que suficiente para que, de inmediato, acudiera a la muralla a tiempo de ver a los moros que ya estaban colocando escalas para proceder a su asalto. Al no existir la sorpresa, los atacantes fueron rechazados con grandes pérdidas. Pero, en memoria del suceso, el alcaide en cuestión, decidió añadir unos gansos a las armas de su escudo.

ARMAS:

Escudo de azur, una torre de plata, con dos gansos del mismo metal, en sus almenas, picados de oro. Bordura de gules y ocho aspas de oro.

Escamilla

Se trata de un linaje castellano, pero con la conquista de Andalucía pasó a dicha región, donde quedó establecido sólidamente, hasta el punto de que sus descendientes se encuentran más difundidos por esta región que por la suya original.

Desde muy pronto, los caballeros de este linaje se unieron a sus reyes para la Reconquista, y así ya los encontramos entre los primeros que combatieron bajo las banderas del rey Fernando en la campaña militar que culminó con la toma de Jaén antes de emprender la más ambiciosa de conquistar Sevilla. En el asedio y posterior toma de Baeza se distinguió don Pedro de Escamilla que, al frente de cien escuderos, constituyó la vanguardia del ejército cristiano, siendo los primeros que trabaron dura lucha con los moros que hicieron una salida y tuvieron que retirarse apresuradamente ante el empuje de don Pedro y cuantos le seguían.

Una vez ocupada Baeza, este caballero continuó en la compañía del rey Fernando en todas las batallas que se llevaron a cabo y que culminaron con el sitio y posterior toma de Sevilla. Por sus servicios, el monarca lo incluyó en el repartimiento de tierras, dejándole muy bien heredado. Otro caballero de este apellido quedó al cuidado de una de las fortalezas de la frontera y evitó que la misma fuera tomada por los moros gracias a un extraño suceso. Se encontraba durmiendo y la guardia algo descuidada, lo que fue aprovechado por los musulmanes para, envueltos en las sombras de la noche, aproximarse a la fortaleza y cuando ya se disponían a iniciar el asalto, confiando en la sorpresa de su rápida acción. El Alcaide Escamilla despertó por los graznidos de unos gansos, despertados asimismo por los invasores y eso fue más que suficiente para que, de inmediato, acudiera a la muralla a tiempo de ver a los moros que ya estaban colocando escalas para proceder a su asalto. Al no existir la sorpresa, los atacantes fueron rechazados con grandes pérdidas. Pero, en memoria del suceso, el alcaide en cuestión, decidió añadir unos gansos a las armas de su escudo.

ARMAS:

Escudo de azur, una torre de plata, con dos gansos del mismo metal, en sus almenas, picados de oro. Bordura de gules y ocho aspas de oro.