Caro

Caro

Apellido originario de Vizcaya, de muy antiguo y noble linaje. Uno de sus primitivos solares estuvo ubicado en Bilbao. Pero desde los tiempos más remotos, el apellido se fue extendiendo primero por las provincias limítrofes y después, por el resto de la península. En primer lugar, una línea fue a establecerse en el valle de Toranzo, en la provincia de Cantabria, y posteriormente el apellido fue expansionándose por La Rioja, Castilla, Aragón, Valencia, Andalucía, Baleares y Murcia, siendo Cataluña la parte de España donde menos se propagó.

En la Batalla de las Navas de Tolosa no faltaron los caballeros del apellido Caro. Muy al contrario, se hicieron notar por el valor demostrado en la lucha. Algunos de ellos se quedaron en Andalucía, fundando casas, dejando hijos y sucesores que participaron activamente en las luchas de la Reconquista.

Como ejemplo, puede citarse a Rodrigo Caro, a Andrés Caro, conquistador de la villa de Lorca, tronco de las familias Caro que se conservan en aquella región. El linaje Caro pasó también a Italia pudiendo citarse al vizcaíno Juan Caro que se mantuvo al servicio del emperador Enrique V, durante las guerras de Sicilia.

El apellido Caro probó su nobleza repetidas veces en las Ordenes Militares de Santiago y San Juan de Jerusalén, enlazando con la casa de Medina Sidonia.

En 1.739 fue creado el marquesado de la Romana que prestó con José Caro Maza de Lizona, con Grandeza de España que le fue otorgada en el año 1.817 al Marqués don Pedro Caro y Salas. En el mismo año fue creado Conde de Peña-Mamiro don Joaquín Caro y Alvarez.

A título de anécdota y, desde luego, sin la garantía del rigor histórico ha habido quien al hablar de este apellido ha pretendido remontarlo a la Roma Imperial, basándose en el emperador Marco Aurelio Caro, (Marcos Aurelis Caru) pretendiendo que el Caru romano se transformó en el Caro vizcaíno.

ARMAS:

En campo de oro, un brazo armado, moviente del flanco siniestro, con una espada de plata en la mano.

Caro

Apellido originario de Vizcaya, de muy antiguo y noble linaje. Uno de sus primitivos solares estuvo ubicado en Bilbao. Pero desde los tiempos más remotos, el apellido se fue extendiendo primero por las provincias limítrofes y después, por el resto de la península. En primer lugar, una línea fue a establecerse en el valle de Toranzo, en la provincia de Cantabria, y posteriormente el apellido fue expansionándose por La Rioja, Castilla, Aragón, Valencia, Andalucía, Baleares y Murcia, siendo Cataluña la parte de España donde menos se propagó.

En la Batalla de las Navas de Tolosa no faltaron los caballeros del apellido Caro. Muy al contrario, se hicieron notar por el valor demostrado en la lucha. Algunos de ellos se quedaron en Andalucía, fundando casas, dejando hijos y sucesores que participaron activamente en las luchas de la Reconquista.

Como ejemplo, puede citarse a Rodrigo Caro, a Andrés Caro, conquistador de la villa de Lorca, tronco de las familias Caro que se conservan en aquella región. El linaje Caro pasó también a Italia pudiendo citarse al vizcaíno Juan Caro que se mantuvo al servicio del emperador Enrique V, durante las guerras de Sicilia.

El apellido Caro probó su nobleza repetidas veces en las Ordenes Militares de Santiago y San Juan de Jerusalén, enlazando con la casa de Medina Sidonia.

En 1.739 fue creado el marquesado de la Romana que prestó con José Caro Maza de Lizona, con Grandeza de España que le fue otorgada en el año 1.817 al Marqués don Pedro Caro y Salas. En el mismo año fue creado Conde de Peña-Mamiro don Joaquín Caro y Alvarez.

A título de anécdota y, desde luego, sin la garantía del rigor histórico ha habido quien al hablar de este apellido ha pretendido remontarlo a la Roma Imperial, basándose en el emperador Marco Aurelio Caro, (Marcos Aurelis Caru) pretendiendo que el Caru romano se transformó en el Caro vizcaíno.

ARMAS:

En campo de oro, un brazo armado, moviente del flanco siniestro, con una espada de plata en la mano.