Alegre

Alegre

No se sabe con certeza el origen de este apellido, ignorándose dónde estuvo asentado su primitivo solar. Algunos autores le atribuyen una procedencia francesa, pero al no presentar la correcta documentación, nada se puede asegurar al respecto. Lo único que sí se sabe es que desde épocas muy antiguas este apellido ya estaba implantando en España, sobre todo en ambas Castillas, en Cataluña, Valencia y Vizcaya, también los hubo en Andalucía y una rama que pasó a América. En el año 1.134 aparece un caballero de este linaje llamado García Alegre que peleó a las órdenes del rey don Alfonso "el Batallador", en la batalla de Fraga (Huesca) donde se hizo notar por su valor hasta el punto que se dice que, viendo el coraje que ponía en la pelea, el Rey comentó: "Cómo hace honor a su nombre y que alegría pone en aplastar cabezas de moros". Los Alegre de Cataluña fueron Gentileshombres y varios de ellos pertenecieron al Consejo de Barcelona en 1.467. Entre las casas solariegas de este linaje establecidas en el principado una de las más ilustres fue la que radicó en Lérida, de la que procedió una rama que fue a establecerse en la ciudad de Tortosa (Tarragona). En Palencia, en la villa de Mazariego, hubo también un noble asentamiento del linaje, don Gaspar de Alegre Blanco, que fue alcalde durante muchos años de la citada villa, al que se le reconoció su derecho a ostentar blasón por ser de estirpe de sangre limpia y acreditada hidalguía, hijo suyo fue don Bernardo Alegre Escribano, que también fue Alcalde por los Hijosdalgo en el año 1.728. De su matrimonio tuvo una hija, doña María Antonia Alegre y Ferreagudo que casó con don Juan Francisco Muñoz Caponago, natural de Barcelona, Coronel de los Reales Ejércitos de S.M. y Regidor de Paredes de Nava. Su hijo don José Muñoz Alegre hizo demostración de su calidad de hidalgo el año 1.771 para vestir el hábito de la Orden de Santiago. Ante el Tribunal de la Inquisición de Valencia fueron varios los de este apellido que probaron su limpieza de sangre y nobleza.

ARMAS:

En campo de oro, un ala de azur.

Alegre

No se sabe con certeza el origen de este apellido, ignorándose dónde estuvo asentado su primitivo solar. Algunos autores le atribuyen una procedencia francesa, pero al no presentar la correcta documentación, nada se puede asegurar al respecto. Lo único que sí se sabe es que desde épocas muy antiguas este apellido ya estaba implantando en España, sobre todo en ambas Castillas, en Cataluña, Valencia y Vizcaya, también los hubo en Andalucía y una rama que pasó a América. En el año 1.134 aparece un caballero de este linaje llamado García Alegre que peleó a las órdenes del rey don Alfonso "el Batallador", en la batalla de Fraga (Huesca) donde se hizo notar por su valor hasta el punto que se dice que, viendo el coraje que ponía en la pelea, el Rey comentó: "Cómo hace honor a su nombre y que alegría pone en aplastar cabezas de moros". Los Alegre de Cataluña fueron Gentileshombres y varios de ellos pertenecieron al Consejo de Barcelona en 1.467. Entre las casas solariegas de este linaje establecidas en el principado una de las más ilustres fue la que radicó en Lérida, de la que procedió una rama que fue a establecerse en la ciudad de Tortosa (Tarragona). En Palencia, en la villa de Mazariego, hubo también un noble asentamiento del linaje, don Gaspar de Alegre Blanco, que fue alcalde durante muchos años de la citada villa, al que se le reconoció su derecho a ostentar blasón por ser de estirpe de sangre limpia y acreditada hidalguía, hijo suyo fue don Bernardo Alegre Escribano, que también fue Alcalde por los Hijosdalgo en el año 1.728. De su matrimonio tuvo una hija, doña María Antonia Alegre y Ferreagudo que casó con don Juan Francisco Muñoz Caponago, natural de Barcelona, Coronel de los Reales Ejércitos de S.M. y Regidor de Paredes de Nava. Su hijo don José Muñoz Alegre hizo demostración de su calidad de hidalgo el año 1.771 para vestir el hábito de la Orden de Santiago. Ante el Tribunal de la Inquisición de Valencia fueron varios los de este apellido que probaron su limpieza de sangre y nobleza.

ARMAS:

En campo de oro, un ala de azur.