Mora
No hay unanimidad en lo que se refiere al origen de este linaje. Según Francisco Piferrer, en su obra «Reinos y Señoríos de España», cuantos afirman que, el apellido, tuvo su origen en la casa de Portocarrero apoyan sus afirmaciones en la siguiente leyenda, «En aquellos calamitosos tiempos en que gemía gran parte de España bajo el pesado yugo de los sarracenos, vivía en el palacio del rey moro de Zamora una princesa de rara y peregrina belleza. Llegó el momento en que fue sitiada Zamora por un ejército cristiano entre cuyos insignes capitanes, se difundió la fama de la hermosa princesa, excitando en ellos el deseo de verla y obsequiarla, y a fin de no diferir tan anhelado instante, formaban los más osados proyectos para apoderarse de la ciudad. Pero a todos aventajó don Diego de Portocarrero, quien se propuso conquistar la ciudad no antes que la mora, sino esta primero y luego la ciudad. Con este fin, escogió cien guerreros y puesto con ellos de acuerdo, se presentó al rey moro manifestando que por ciertos resentimientos estaban dispuestos, a ponerse a su servicio. Acogió el rey benignamente su ofrecimiento, encargando a don Diego la defensa de uno de los puntos más expuestos y peligrosos, con moros que vigilasen todos sus movimientos. Vanas fueron, todas sus precauciones, en cuantas ocasiones se presentaba batalla, don Diego luchaba contra los sitiadores, logrando al fin que el rey le otorgara toda su confianzas. No le habrían de faltar bríos y arbitrios para ver a la encantadora princesa; y encendióse en ellos tan vehemente pasión que bien pronto no tuvieran nada más que unas mismas miras; y reuniendo todas sus fuerzas, facilitaron a los cristianos la entrada en la ciudad. Convertida la bella mora a nuestra santa religión, recibió el nombre de María de la Presentación Real; y agradecido, el rey de Castilla, a don Diego por sus proezas y en memoria de tan extraordinario acontecimiento, le otorgó que dejase su apellido Portocarrero por el de Mora, llamándose desde entonces don Diego de la Mora, nombre que han conservado sus ilustres descendientes».
ARMAS: Escudo partido: lº de azul sembrado de nueve flores de lis de oro. 2º cuartelado. 1º y 4º; de gules y una banda de oro cargada de tres panelas de sable. 2º y 3º; de oro y un árbol a su color.