Caballero
Procede de Aragón, concretamente de Alcañiz (Teruel), lugar desde el que se extendió por Castilla, Asturias y Andalucía. ¿Cuál pudo ser la base de este apellido? ¿Acaso se trató de algún hidalgo al que, siendo noble y señor feudal, sus vasallos llamaban «el caballero» y de ahí lo que en principio fue una forma de designarlo acabó convirtiéndose en apellido? Nada en concreto puede decirse al respecto. Lo que es cierto que, en la documentación de que disponemos no hemos encontrado este dato. Varias ramas del apellido pasaron al Nuevo Mundo. De todos modos, se trata de un apellido que no está excesivamente generalizado en América. Geográficamente, hay un distrito en Paraguay así denominado: Caballero, situado al S.E. de la capital, Asunción. No consta quién lo fundó, ni a quién debe su nombre. De este apellido los hubo precisamente en Paraguay y entre ellos puede citarse a Bernardino Caballero, un militar que llegó a ser presidente provisional de aquel país y que durante su gobierno se caracterizó por su política de reformas, tolerando y respetando la oposición política. En lo que se refiere a Cuba, descendiente de una de las líneas españolas que pasó a aquel país fue José Agustín Caballero, sacerdote y pedagogo, que fue profesor de la Real y Pontificia Universidad en el año 1.771, así como José Caballero de la Luz, otro escritor cubano también de ascendencia hispana. Perteneciente a la rica clase de los terratenientes criollos, viajó por Europa donde se relacionó con hombres como Mumboldt. Fundó el Colegio de San Pablo en la capital cubana y fue autor, entre otras obras de los aforismos de valor moral y cívico, no obstante su condición de partidario de la esclavitud de los negros. El Marquesado de Caballero lo ostentó don José Antonio Caballero, que fue nombrado ministro de Gracia y Justicia en substitución de Jovellanos. En la Guerra de la Independencia, reconoció al hermano de Napoleón, José I como rey de España, lo que a la caída de éste, le hizo emigrar a París no regresando a España hasta 1.820.
ARMAS:
El campo de gules, un caballero armado, jinete en un caballo del mismo metal con una espada desnuda en la mano diestra y una rodela en la siniestra.